Una persona con TEA (Trastorno del Espectro Autista) podría:
– No responder a su nombre antes de los 12 meses de edad. – No señalar objetos para demostrar interés (Ejemplo: señalar un avión al pasar) antes de los 14 meses. – No participar en juegos de “fingir” (Ejemplo: “alimentar” a una muñeca) antes de los 18 meses. – Evitar el contacto visual y preferir estar solo. – Tener dificultades para comprender los sentimientos de los demás o para hablar sobre los propios. – Presentar retrasos en el habla y el lenguaje. – Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia). – Dar respuestas no relacionadas a preguntas. – Molestarse por cambios menores. – Tener intereses obsesivos. – Mover las manos, balancear el cuerpo o girar en círculos. – Tener reacciones inusuales ante sonidos, olores, sabores, aspectos visuales o texturas.